INT.BAR - DÍA
ANTÓN, un mimo con cara alegre, está sentado en la barra, revisa sin ganas los periódicos imaginarios. De vez en cuando voltea el taburete para mirar a ANDREA, una chica joven sentada en una de las mesas. ANTÓN se mira en el platillo de las aceitunas y se retoca el pelo, se relame los labios y vuelve a voltear su asiento con cierta chulería. ANDREA finge no darse cuenta y sigue ojeando su revista. Deja la revista para sorber café y ve como la mano de ANTON pasa una hoja y subraya “en oferta”, mientras que ANTON sigue en la barra. ANDREA cierra rápido la revista rozando la mano de ANTÓN. ANTÓN queda dolorido, se miran fijamente.
ANDREA
(desafiante)
Como me sigas mirando, te pincho un ojo
ANDREA sale bruscamente del bar. ANTÓN, aun sin reaccionar, ve como el camarero le sirve un plato con tres aceitunas y su ojo atravesado por un palillo. La sonrisa de ANTÓN se borra
Comentarios
...Durante una época de mi vida fui mimo, y aun conservo esa sonrisa estúpida en según qué circunstancias. He de confesarle que se me había dibujado apenas leí el título de la entrada y me di cuenta de que había una nueva historia, incluso mis manos de mimo esbozaron un tímido aplauso silencioso como de perro que mueve el rabo feliz y contento, pero también he de confesarle que ese palillo de aceituna en ese ojo de un ex compañero de gremio me la ha borrado repentinamente...
...Como soy cada día más aficionado a sus historias, he ido a lavarme los dientes para meterme en la cama, y me he dado cuenta de que la sonrisa, como el dinosaurio de Monterroso, todavía seguía dibujada en mis labios...
...Lo siento por el mimo de su película, pero el del otro lado de mi espejo sigue conservando su sonrisa por muchos palillos que le caigan en el ojo...
...Un abrazo bactérico...