Anoche


Mientras se aleja el metro conservo aún tus manos acariciando mis cuerdas capilares. Madrid se vuelve un baile de sombras cuando vas sólo, cuerpos anónimos que debes esquivar. En el transbordo echo una carrera con la chica de los pantalones marrones…

El tren va a efectuar su llegada, el vagón que me toca está vacío, vacilo unos microsegundos pero prefiero estar rodeada de seres. Al llegar a mi destino sigue vacío.
Mientras atravieso las calles mojadas, se alejan las chicas del vagón de la vuelta a casa, tenían una fealdad lograda, agradezco que se cruzaran en mi camino...

Anoche, cuando no dormía, pensaba en todos esos tipos que saben cosas que yo no sé, recordaba como el señor de la capucha hablaba de misteriosos dibujos celestes, capaces de perturbar las almas más tranquilas, tuve miedo. De momento, hoy no he abierto la ventana…

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