Hojas secas


El día era gris, pero la lluvia, tímida, no hizo su aparición hasta mediodía. Chupó su dedo y el viento le dijo que venía por el este. Quizá traería algo bueno. Como cada tarde leía unas páginas del libro, de su libro. Desde hacía tres años no había sido capaz de dejarlo, leía los capítulos como si nunca lo hubiese hecho antes. Atendía a las palabras una a una. Pero nunca había pasado al último capítulo. Sabía que la muerte aguardaba en la siguiente hoja...

Comentarios

Miguel Ángel Maya ha dicho que…
...No me digas que había un pétalo seco...
...Besos, Señorita Bacteria...
;-)