Al fin nos conocemos, me susurró al oído. Por la forma en la que me miró, no lo dudé. Era un loco más... Así que, hice que desapareciera.
Porque los locos se van si no les prestas atención. Ella me lo había dicho. Tal vez ella sabía, que si les haces caso, la locura se traspasa a ti.
Así día tras día, Locura sobrevive. Se transforma, se traviste y se traslada a cualquier lugar, con tal de acompañar a las causas más nobles.
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