La noche que quiso estar en su cama


Del día que le cayó el gordo encima, apenas se acuerda. Lo relata esbozando una sonrisa, linda pero amarga. Como aquella cerveza interrumpida .Como aquella caída inesperada.
En unos segundos se convirtió en el blanco de su ira. La dulzura liberadora de la noche, se había transformado en unos cuantos kilos de masa humana enfurecida que pesaban sobre ella, que golpeaban su frágil cuerpo y dañaban el sentido común de los espectadores. Pensó en muchas cosas sin atender a ninguna. Cubrió su rostro y con la paciencia de un oso que hiberna, esperó que la brisa de puños y agresiones cesara sobre ella. Fuera de su cueva, todo era distinto. La impotencia sobrecogía a cuantos le conocían, el tiempo se dilataba a pesar de que todo parecía ir demasiado deprisa. Cual ángeles liberadores, los hombres de negro capturaron al grueso sujeto. Se levantó aturdida con el coletero en la mano, algunas manchas en su vestido y la tez intacta. Quiso dar explicación a lo ocurrido. Tras complejas conjeturas, cesó su búsqueda. Todo había sido obra del destino, estaba en el lugar y en el momento equivocado.

Comentarios

BuscoMiSombrero ha dicho que…
Siempre, Siempre, Siempre, me quedaré con el mal sabor de boca de no haber hecho más.
Ana ha dicho que…
Don´t worry, si lo piensas támpoco es tan grave, basicamente por que yo casi no tengo recuerdos. Así que es peor para vosotros que contaís con más imágenes.
La jornada de reflexión sabadeña, me obligó a recuperar la confianza.