Se habían empeñado en vivir en un mundo definido. Estaban condenados a evaluar sus actos. El día se dividía en dos partes. En primer lugar se revisaban las horas vividas del día anterior. La segunda mitad del día, ya con las fuerzas debilitadas se dedicaban a vivir.
Marcos atravesaba una edad difícil, le costaba tanto adaptarse que en la segunda mitad del día sólo hacía una actividad con la actitud más lineal posible. Tenía miedo, había escuchado que si no conseguía clasificarse acabaría por desaparecer, al fin y al cabo a quien le interesaba una persona tan compleja…
Lo que más valoraba Marcos eran sus amistades, desde que leyó su perfecta descripción supo que serían amigos para siempre. Las descripciones personales eran tan exactas que podía ponerse una denuncia al archivo general si una persona no cuadraba con lo que de ella se decía.
Los archivos contenían gran cantidad de datos. La descripción física, las habilidades, gustos, carencias, dificultades, aptitudes, ideas políticas, tendencia al adulterio o el ojo guiñado al mentir, formaban parte de la información disponible.
Se agrupaba también a la población. Era una cuestión práctica, así personas con tendencia a delinquir vivían en el mismo barrio, de modo que los artículos viajaban sin control de una casa a otra y pasaba tiempo hasta que se establecía una verdadera propiedad.
Marcos atravesaba una edad difícil, le costaba tanto adaptarse que en la segunda mitad del día sólo hacía una actividad con la actitud más lineal posible. Tenía miedo, había escuchado que si no conseguía clasificarse acabaría por desaparecer, al fin y al cabo a quien le interesaba una persona tan compleja…
Lo que más valoraba Marcos eran sus amistades, desde que leyó su perfecta descripción supo que serían amigos para siempre. Las descripciones personales eran tan exactas que podía ponerse una denuncia al archivo general si una persona no cuadraba con lo que de ella se decía.
Los archivos contenían gran cantidad de datos. La descripción física, las habilidades, gustos, carencias, dificultades, aptitudes, ideas políticas, tendencia al adulterio o el ojo guiñado al mentir, formaban parte de la información disponible.
Se agrupaba también a la población. Era una cuestión práctica, así personas con tendencia a delinquir vivían en el mismo barrio, de modo que los artículos viajaban sin control de una casa a otra y pasaba tiempo hasta que se establecía una verdadera propiedad.
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